sábado, 5 de abril de 2008

La mala educación
y la construcción de una alternativa desde las bases

Diego Paz
(estudiante de Sociología - aule)

El 7 y 8 de septiembre de este año se realizó en la ciudad de Río Cuarto, el 1° Congreso Nacional por una Educación Superior democrática, popular, emancipadora y latinoamericana, convocado por las Asociaciones Docentes de Río Cuarto, Córdoba y Rosario. Iniciativa novedosa en cuanto a la forma y al contenido, dicho encuentro reunió a estudiantes, docentes y no docentes con el fin de intercambiar las experiencias de los distintos claustros en relación con una preocupación común: la necesidad de construir un modelo educativo democrático, popular, emancipador y latinoamericano.
Rompiendo con los tradicionales moldes, en este congreso se propuso una forma de encuentro en donde los participantes pudieron debatir y decidir desde las distintas perspectivas y claustros. Esta forma es una novedad para la articulación de las distintas luchas sindicales y estudiantiles, ya que la tradición política universitaria en Argentina se fue configurando a través de la lógica representativa gremial, que muchas veces ha impedido la formación y la emancipación del conjunto de los universitarios, delegando la discusión y la decisión a las direcciones gremiales (muchas de las cuales se han burocratizado, dándole la espalda al reclamo de las bases).
Es así que el contenido correspondió con la forma, y en el transcurso de los días se avanzó profundamente en la caracterización del actual modelo educativo-científico, para así dialécticamente, ir construyendo una alternativa que apunte a superar la etapa de resistencia del No a todo. Teniendo en cuenta la etapa histórica en la que vivimos, que se entiende a partir del conocimiento acerca del capitalismo neoliberal, vemos cómo la educación se fue convirtiendo en una mercancía –al igual que un servicio de telefonía celular o internet- despojándola de su carácter de derecho social básico para la humanidad. Las necesidades de los sectores capitalistas perpetúan la dominación imperialista de los EE.UU y el resto de los países centrales (Europa occidental, Japón, China, etc), agudizando el proceso de mercantilización de la educación, ya que la capacitación científica para el uso de las nuevas tecnologías es una herramienta de poder que configura la hegemonía de estos países en el proceso de la revolución tecnológica actual.
Desde esta perspectiva, en los debates se hizo hincapié en los dispositivos de resistencia de las luchas de los distintos sujetos, como la pelea por la democratización, las luchas salariales o la disputa por contenidos en los planes de estudio. En un contexto de precarización de la vida, se expresó abiertamente la necesidad de construir lazos sociales a través de la restitución de la identidad como trabajadores. Así se puso de manifiesto la exigencia de articular las distintas realidades cuyo denominador común es la progresiva degradación de las condiciones materiales (junto al carácter privativo que adoptan los derechos como la salud y la educación).
Durante el congreso se repasaron los aciertos y los errores en las distintas luchas educativas contemporáneas en busca de nuevas herramientas gremiales, para lograr la participación del conjunto de la comunidad universitaria (instalando la “lectura” del mundo a través de estas problemáticas), como así también, la construcción de un movimiento estudiantil y de los trabajadores de la educación unificado con capacidad de resistir las reformas propuestas por los sectores dominantes a través del gobierno nacional.
Durante el congreso se repasaron los aciertos y los errores en las distintas luchas educativas contemporáneas en busca de nuevas herramientas gremiales, para lograr la participación del conjunto de la comunidad universitaria (…)Hoy el debate educativo reaparece en escena ante las necesidades de reestructuración del capitalismo neoliberal, queriéndose así perpetuar la dominación imperialista como la sobre-tecnificación del conocimiento, vaciándolo de toda función social. La fragmentación del conocimiento, la intensificación de la investigación de lo particular escindido de la totalidad y la desvalorización de la carrera docente son elementos contundentes que garantizan el modelo educativo actual. La necesidad de recuperar la carrera docente como vocación y como trabajo jerarquizado en nuestra formación es una alternativa posible ante la desolación planteada por las distintas leyes educativas (LFE y LNE). Pero quizás la conclusión más importante que surgía de la mayoría de los compañeros allí presentes, era la necesidad de pelear por una carrera docente unificada en todo el país, donde los criterios básicos sean planteados desde los mismos trabajadores de la educación y no desde pruebas piloto importadas basadas en pomposas tesis sin ningún sustento en la práctica docente que es la única capaz de aportar experiencia concreta para el desarrollo de un conocimiento real del cotidiano y su contexto social.
La organización del Congreso Nacional por una educación superior democrática, popular, emancipadora y latinoamericana ha sido un paso muy importante en el proceso de rearticulación de la lucha educativa, en donde las bases han podido discutir y profundizar sobre su situación concreta y la necesidad de transformación a través de la herramientas ya existentes, pero al mismo tiempo, comprometiéndose a superar los dogmatismos y tradicionalismos tatuados en el inconsciente de las luchas para el cambio social.
+ info en:
http://organizaciones.unrc.edu.ar/agd/congreso/index.php

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